Los principales fundamentos éticos, ideológicos y políticos que regulan y orientan la vida de PAIS, los cuales ayudan a alcanzar sus objetivos, son:
El amor por toda forma de vida es el principio y final de nuestro quehacer político. Es la fuerza que nos impulsa a asumir la política con sacrificio y un medio para servir y transformar. Es el fundamento ético de nuestra política que nos ha de hacer más de lo que somos: más humanos.
Ningún afiliado o directivo tiene privilegios sobre los demás. Rechazamos todo tipo de patriarcalismo, caudillismo y autoritarismo; por el contrario, reconocemos y promovemos los liderazgos múltiples, generacionales, paritarios y plurinacionales.
Las luchas contra las injusticias nos convierten en compañeros y compañeras de PAIS. La solidaridad nos obliga a todos y todas unirnos contra quienes pretenden robarnos, explotarnos y contaminarnos representando y gestionando intereses privados en una actividad pública.
La ciudadanía no solo debe elegir, sino también decidir en el gobierno. Una democracia por, para y con el pueblo. No solo debemos democratizar el poder político sino también socializar la economía: ampliando el acceso a la propiedad y buena administración de los medios de producción a favor de las mayorías.
PAIS trabaja en contacto con los pueblos organizados, no se encierra en su propio caparazón, no teme la crítica ni la autocrítica. PAIS educa a sus propios cuadros, así como a las masas populares a autocriticar y criticar los errores, las insuficiencias y con su ayuda, a superar los obstáculos que obstruyen el camino al cumplimiento de nuestros objetivos.
En PAIS entendemos que para tratarnos políticamente como iguales debemos reconocer y respetar nuestras diferencias de manera positiva, sean estas de género, sexual, étnica, cultural o de generación. Por ello, practicamos toda teoría y medida que permitan que los grupos sociales excluidos históricamente participen en igualdad de oportunidades y condiciones en los espacios de poder; como son el feminismo de clase, la paridad y alternancia y participación proporcional indígena y joven. Así mismo, creemos que para combatir el apartidismo y las burocracias políticas la conducción de PAIS u otras entidades debe hacerse por generación; es decir, realizando cambios generacionales para superar la reproducción del poder y mantener activo y dinámico el movimiento, más allá de la vida de sus miembros fundadores.
El Buen Vivir es la óptica que los ojos de nuestros ancestros nos han heredado, por la cual, a diferencia del exterminio actual, nos enseñaron a valorar la vida y poner en el centro de nuestras miradas a la naturaleza como sujeto de derecho y protección. Nos obliga a reconocer y convivir, respetando la cosmovisión, derechos y propiedad de sus territorios de los diversos pueblos andinos, amazónicos y afroperuanos. Sin embargo, en PAIS combinamos los saberes previos de las culturas ancestrales con las evidencias científicas que garantizan políticas eficaces y sostenibles en el actual mundo global.
La meta del socialismo democrático es una sociedad en paz con justicia social, en la que puedan realizarse la libertad, la igualdad y la solidaridad, en el que cada individuo pueda vivir una vida plena, desarrollando su personalidad y sus capacidades y en la que los derechos humanos estén amparados en el marco de una sociedad democrática.
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